Actualmente estamos atravesando una crisis de valores que de forma continua lo vemos reflejado en la noticias y medios de información generando de forma profunda un entorno de incertidumbre y pesimismo hacia nuestros menores.
La base de los valores que queremos transmitir a nuestros hijos se encuentra en nuestro propio hogar, en la escuelas y por ultimo en la sociedad. El fin de esta transmisión de valores y actitudes frente a la vida es en si mismo dotar de herramientas a nuestros hijos  para que les generen confianza para los retos a los que se enfrentan día a día, para la toma de decisiones, y para que asuman responsabilidades. A menudo en el Centro Educativo no existen muchos profesionales a los que se pueda recurrir en demanda de ayuda, por evidentes circunstancias de tiempo. La mayoría de las ocasiones, los alumnos no poseen una gran interacción con el equipo docente debido a su trato continuo e imagen de educador, creando suspicacias, el equipo docente no la tiene, a su vez, con los padres y estos, buscan desaforadamente la implicación de sus hijos en el Proyecto Educativo del Centro.
La desconfianza, la escasa confidencialidad, la competencia encubierta en el propio Centro Educativo y la naturaleza resbaladiza de la escalera jerárquica hace difícil la convivencia entre los tres estamentos que fundamentan la educación; Equipo Educativo, Alumnos y Padres, sin embargo, es posible que incluso sea más habitual el simple deseo de consultar a una persona imparcial, a alguien que no tiene ningún compromiso con el Centro Educativo sino con la institución que este representa y que no ocupa cargo alguno en él, es decir, un tercero que no este involucrado en su organización interior. Como dijo John Whitmore “un coach independiente puede resaltar ideas, suscitar soluciones y apoyar su aplicación de una forma que pocas personas dentro de la organización podrían hacer”.
El Coaching Educativo desea apostar por un aprendizaje individualizado para poder guiar, trasmitir y enseñar a los tres estamentos de la Educación (alumnos, formadores y padres) un nuevo modelo educacional. Al integrar esta nueva metodología, los alumnos, formadores y padres serán los pilares fundamentales de una educación centrada en las personas.
El Coaching Escolar es un método que permite a los jóvenes de 15 a 22 años dar sentido al estudio, a su propia vida,  encontrar cada día la motivación y energía, para que el alumno avance y pueda construir su propia autonomía. La orientación personal y profesional, la gestión diaria –o en período de exámenes- de la motivación, el dominio del estrés y de la confianza en si mismo, son las pistas que exploramos en el curso de un proceso de coaching escolar.
¿Por qué el Coaching en el sistema Educativo?
Por su implantación en los modelos educativos europeos, programas como “Where is my coach”. Tutorías de Proyectos Juveniles en el Marco del Programa Juventud en acción. Los jóvenes que han recibido apoyo emocional y motivacional parecen desarrollar mayor fortaleza en los circuitos cerebrales para dominar la angustia,  asimilan los conocimientos con más eficacia, lo cual se refleja en sus calificaciones académicas.

En definitiva el coaching educativo es una herramienta que ayuda a formar a nuestros hijos, es un GPS de orientación que les guía a presentarse en su ambiente estudiantil con mucha más personalidad, detectando señales de alarma y como actuar ante estas, respetando y siendo respetados.